AGENDA LITERARIA- LA TRAGEDIA DE UN ESCEPTICO. JONATHAN SWIFT

 LA TRAGEDIA DE UN ESCEPTICO, JONATHAN SWIFT

Fue el más original y extraordinario de su época (SXVIII). Ciertos datos biográficos explican en parte su amargura ante la vida y su desprecio por los seres humanos. Del tío que decidió ocuparse de él después de la muerte de su padre dijo:"Me ha dado la educación de un perro".
 Estudiante mediocre pero con carácter enérgico, y rebelde.Un misántropo amargado.
Swift no era persona a quien le gustara complacer a los grandes señores y cuanto más categoría alcanzaba en la vida social y política, más cortesía exigía, reacción en respuesta a las humillaciones recibidas durante su juventud. Su extraordinario talento literario le había proporcionado enorme influjo en la opinión popular.
Aquel gran inconformista quedó al fin profundamente abatido, no sólo por sus fracasos políticos, sino también por un amor desgraciado, cuya historia ha permanecido oculta en el misterio para la posteridad. dijo al respecto "Ignoramos qué es lo que hacen los bienaventurados en el cielo; pero sabemos muy bien lo que no hacen: en el cielo nadie se enamora y nadie contrae matrimonio".
Los Viajes de Gulliver fue una obra cuya publicación fue un gran acontecimiento, no había quién no lo leía.
Ha sido un gran legado para el mundo literario. es una narración con un cúmulo de episodios que proporcionan al lector una impresión de absoluta veracidad. Una obra que arroja una fría y penetrante mirada sobre todos los defectos de nuestra especie.
El naufragio de Gulliver y sus aventuras en la isla están descritas con tanta minuciosidad que el lector no precisa bien dónde termina lo verosímil y comienza lo maravilloso. Disimula  la sátira con gran habilidad, gigantes, hombres diminutos, danzadores de cuerda, cortadores de cabellos en cuatro, carneros sin un sólo mechón de lana, caballos civilizados, hombres animalizados en fin, un conjunto de mezquindades e intrigas que logran entusiasmar al lector de forma maravillosa.
Swift había padecido de desequilibrios nerviosos y con el correr de los años éstos fueron aumentando, también, su sordera. Pasaron unos pocos años para que perdiera por completo la razón. Una apatía honda lo llevó a la muerte. Este gran escritor murió exclamando: "¡estoy loco!"