Agenda Literaria I

"La revelación poética"
"La literatura se aleja de la vida porque hace de ella un sueño" - Fernando Pessoa

El valor de las palabras y el cuidado estético de integrarlas en un conjunto significativo hacen a la función poética.
La poética es un conjunto de reglas que rige el discurso literario; y se extraen del análisis de las obras y del conocimiento de los autores.
En el discurso literario, las palabras en su dimensión profunda, ejercen el protagonismo absoluto. Como el poder del hechizo, ellas, se asocian y se alían configurando una inmensa urdimbre. Ahí, tejen redes infinitas y se convierten en poder generador.
En el territorio de la escritura, cada una, encierra una explosión de sentidos y una vez incluida sin estar pendiente de su significado literal, van más allá de lo que designan.
De la palabra vamos a la frase y de ahí al fragmento hasta acabar en la historia o el verso.

Borges dijo:
"Dos deberes tendrá todo verso: comunicar un hecho preciso y tocarnos físicamente como la cercanía del mar".
Trabajar con sentido estético y apasionamiento poético es el mejor modo de expresarse que tiene un creador.
La palabra que sana
Esperando que el mundo sea desenterrado por el lenguaje,
alguien canta el lugar en que se forma el silencio, luego
comprobará que no porque se muestre furioso existe el mar,
ni tampoco el mundo. Por eso cada palabra dice lo que dice
y además más y otra cosa.
Alejandra Pisarnik

Romance de las palabras aéreas
Ay, palabras, ay, palabras
que extraña fuerza tenéis!
ay, palabras, ay, palabras,
sois de viento, vais en él
en viento que no retorna
y, en tan rápida existencia,
todo se forma y transforma.
(fragmento)
Cecilia Meireles

La palabra
… Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan…me posterno ante ellas…las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito…Amo tanto las palabras…Las inesperadas…las que glotonamente se esperan, se escuchan, hasta que de pronto caen…Vocablos amados…Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío…Persigo algunas palabras…Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema…Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como el gas, como ágatas, como aceitunas…Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto…las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola…Todo está en la palabra…una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció…Tiene sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto trasmigrar de patria, de tanto ser raíces…Son antiquísimas y recientísimas…Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada…Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos…Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas…Por donde pasaban quedaban abrasada a la tierra…pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes…el idioma. Salimos perdiendo…Salimos ganando…Se llevaron el oro y nos dejaron el oro…Se lo llevaron todo y nos dejaron todo…Nos dejaron las palabras.
Pablo Neruda

Todo texto literario es un pequeño cosmo animado. Todas las formas poéticas y todas las figuras del lenguaje poseen un rasgo en común:
Buscan y con frecuencia descubren semejanzas ocultas entre objetos diferentes; en los casos más extremos unen opuestos.
La experiencia poética es irreducible a la palabra y no obstante solo la palabra la expresa.
Las palabras están incluidas en nuestro vocabulario significativo, dentro de nuestras más íntimas vivencias. Para el poeta la palabra clave es la que tiende una red para abarcar el universo.
Dice, Rubén Darío:
"Las palabras nacen juntamente con la idea o coexisten con la idea, pues no podemos darnos cuenta de las unas sin la otra…En el principio está la palabra como única representación. No es más que un signo o una combinación de signos; mas lo contiene todo por su actitud demiúrgico."

La obra de un escritor se construye únicamente de palabras.
Así, lo expresa José Ferrater Mora:
"La obra del escritor, dentro de la cual se manifiesta su mundo, está hecha de palabras, o, en general, de expresiones lingüísticas de un modo distinto, pero de algún modo comparable, a como una casa está hecha de puertas, ventanas, techos, umbrales, sótanos, áticos, etc. Y también de un modo distinto, bien que en alguna forma comparable, a como una composición musical está hecha de notas articuladas en frases, melodías, fugas, contrapuntos, etc."
El alcance trascendental de trabajar con las palabras para Julián Ríos es:
"Mi trabajo no se realiza tanto sobre sino con las palabras y el lenguaje. El escritor
sólo tiene palabras, palabras, palabras- reiterémoslo con la dichosa Hamletanía-para levantar sus torres de papel o sus edificios de ficción, sus poemas o sus novelas.
Es indudable que vivimos todos, y no sólo los escritores, en un espacio que está hecho de lenguaje. En el caso del escritor eso se exacerba porque además de las palabras nuestras de cada día, del lenguaje cotidiano y de la comunicación, hay esa otra cara o dimensión, ese otro lado del espejo que el de la escritura sobre la página. La palabra
pasa de un medio a otro, y ahí empiezan las refracciones… Yo siempre he creído, y seguramente esta creencia la comparten otros escritores en otras lenguas y en otros países, que alterar el lenguaje y abrirle nuevas perspectivas a la escritura es también ampliar las perspectivas del mundo y de la realidad, es empezar a producir modificaciones cuyo alcance a veces se nos escapa. Cuando un nuevo escritor surge en una lengua-en la que sea- aparece también una visión distinta del mundo (…)"

Wittgenstein, respecto de las palabras y su significado, dice:
"El lenguaje es un instrumento. Sus conceptos son instrumentos. Pensad en los utensilios de una caja de herramientas: hay allí un martillo, alicates, un bote cola, cola, clavos y tornillos. Las funciones de las palabras son tan diversas como las funciones de estos objetos".
Toda palabra tiene un significado, pero cuando el poeta usa la palabra la remantiza.
Así, dijo Abel Martín:
"El material que el lírico maneja es la palabra. La palabra no es materia bruta. No os costará demasiado trabajo comprender la diferencia que existe entre un montón de piedras y un grupo de palabras, entre un diccionario y una cantera. Sin embargo, al poeta le es dado su material como al escultor el mármol o el bronce. (…) Pero las palabras, a diferencia de las piedras, maderas o metales, son ya por sí mismas significaciones humanas, a las cuales, da el poeta, necesariamente, otra significación."

Las obras literarias son aquellos textos que están integrados en un sistema lingüístico y literario perfectamente constituidos. En la comunicación artística, tanto el creador como el receptor son agentes de un lenguaje que impone modelos estéticos.
De construcciones oracionales armadas a partir de las palabras están hechos los cuentos, las novelas, el teatro y la poesía.
Los modelos literarios son ineludibles a la hora de escribir.
La literatura es un enorme banco de datos.
Borges dijo: "Los hombres nos repetimos desde Caìn y Abel. Todas las situaciones ya se han dado en la vida, y en la literatura uno cree inventar un cuento pero siempre hay alguien que lo invento antes".
Cualquier texto refleja de algún modo otros textos.
Aunque la matriz de la realidad es la generadora de los textos literarios, estos son ficcionales. El proceso creativo artístico se hace efectivo cuando el creador hace creíble esa irrealidad.
"La vida real y los sueños están hechos con las páginas de un mismo libro"
Shopenhauer

La tradición poética ha variado en el transcurso del tiempo, a veces, el pasado se pierde y el futuro se esfuma pero los poetas han sido la memoria de sus pueblos, un momento del lenguaje. Cada movimiento poético ha inventado su propia tradición.
Los poemas al comienzo de nuestra civilización eran recitados y cantados.
Los aedos eran los poetas épicos de la antigüedad griega.
La Ilíada y la Odisea fueron la biblia y los vedas de los Helenos. En Grecia aprendían a sumar y a recitar.
Los poemas Homéricos fueron fundacionales; La Eneida, también.
Durante la Edad Media y el Renacimiento, la función del poema fue análoga a la de los poemas Homéricos en la antigüedad.
La poesía como palabra fundadora de un pueblo es un rasgo que aparece en todas las civilizaciones: En China, El libro de los Cantos; En Japón: El Manyoshu , es decir, en todos los países y épocas ha estado y está presente.
En muchos pueblos los poetas eran considerados videntes y adivinos. Su saber era un saber de los orígenes, cercano a todas las complejidades del alma humana.
Intentar dar una definición de la poesía es casi imposible pero anidar en ese pequeño cosmos animado es maravilloso. De los muchos decires que han dicho los autores prefiero mencionar a un gran poeta: Octavio Paz, que al respecto, dijo:
"Un poema es un objeto hecho de palabras, destinado a contener y secretar una sustancia impalpable, reacia a las definiciones, llamada poesía"
Entre muchos pueblos primitivos era común expresarse a través de sonidos musicales. Por ejemplo,los descendientes de los Guanches en las Canarias, trinan y gorjean como las aves, aún hoy, para comunicarse a kilómetros de distancia. En Australia, los aborígenes dividen las tierras por las líneas "de canto", son líneas imaginarias, mágicas, pero a la vez son referencias geográficas para encontrar el camino.
Daniel Moyano en "La Ciudad de los Violines", dice:
"Le encantaba, sobre todo, oír hablar a sus habitantes. Ese cantito que tenían, tan no se sabía de dónde. Aunque no entendiese lo que decían: en primer lugar, por la rapidez de allegro con que hablaban, como si no existiesen otros, aires; y también porque, dejándose llevar por la modulaciones no prestaba atención al significado de las palabras. Memorizaba frases enteras (sin atender a su significado), las traducía a ritmos, luego se entretenía escribiéndolas en el pentagrama."
El saber de los poetas es un saber de los orígenes. Alguien dijo, que los místicos son los guardianes de la mayor posibilidad y los poetas ayudan a conocer las pasiones, es decir, todas las complejidades del alma humana. Es desprendimiento del espacio vacío y por oposición, la creación mediante la forma material de las palabras, es un camino que agota hasta las esencias.
Respecto de la actividad creadora del poeta, Arthur Rimbaud, propuso:
"Es preciso hacerse vidente. El poeta lo logra mediante un largo, inmenso y razonado desorden de todos los sentidos. Busca en sí mismo todas las formas del amor, del sufrimiento, de la locura. Agota todos los venenos para solo conservar las quintaesencias. Inefable tormento para el cual enfermo, el gran criminal, el gran maldito, el supremo sabio. Pues, de tal modo, llega a lo Desconocido."
Y como ejemplo del lenguaje poético como descubridor de la realidad, es oportuno mencionar lo que Cesare Pavece anota en su diario el 9 de octubre de l935:
"Todo poeta se ha angustiado, se ha maravillado y ha gozado. La admiración por un gran pasaje de poesía nunca se dirige a la pasmosa habilidad del poeta, sino a la novedad del descubrimiento que contiene. Inclusive, cuando sentimos un latido de alegría al encontrar un adjetivo unido con felicidad a un sustantivo ( sin que ambos se hayan visto juntos con anterioridad), no nos asombran la elegancia de la combinación, la rapidez del ingenio, la destreza técnica del poeta que ha logrado esa relación verbal, sino que nos maravilla la nueva realidad que ha sido iluminada"
En el curso de estas especulaciones sobre la realidad poética, Samuel Taylor Coleridge, en un intento de evaluación respecto del poeta y su acto creador, agregó:
Preguntar ¿qué es la poesía?, es tan análogo a inquirir ¿qué es un poeta? que la respuesta a la primera cuestión está implicada en la solución de la segunda. Porque es una distinción que resulta del genio poético en sí, el cual tiene por misión sustentar y modificar las imágenes, los pensamientos y las emociones del entendimiento del poeta. En su perfección ideal, el poeta pone actividad a todo el espíritu del hombre, con la subordinación de sus facultades entre sí, según su relativo valor y dignidad. En su labor, este individuo difunde un tono y clima de unidad que mezcla y, por así decirlo, funde entre sí las capacidades anímicas, mediante ese poder sintético y mágico al cual hemos asignado con exclusividad el nombre de imaginación. Dicho poder, puesto en actividad primeramente por la voluntad y el entendimiento y luego mantenido bajo el dominio irremisible (aunque discreto e inadvertido) de esas mismas facultades, se pone de manifiesto a través del equilibrio y reconciliación de cualidades opuesta o discordes: de lo igual con lo diferente, de lo general con lo concreto, de la idea con la imagen, de lo individual con lo típico, de la sensación novedosa y reciente con objetos antiguos y familiares; de un estado superlativo de emoción con un nivel superlativo de orden; de un juicio siempre alerta y un firme dominio de sí mismo con el entusiasmo y el sentimiento profundo y vehemente. Y en tanto la imaginación mezcla y armoniza lo natural y lo artificial, ello no le impide subordinar el arte a la naturaleza, la manera a la materia, y nuestra admiración por el poeta a nuestra simpatía con la poesía".

El principio poético es una serie de recursos que deviene en creación. Mediante un uso adecuado de las posibilidades sonoras y semánticas de las palabras, el poeta crea.
Hay mundos narrativos y poéticos hechos de palabras. Los criterios cambian según el género y los tiempos.
La poesía es la especie literaria más estrechamente ligada a la función poética del lenguaje. Ella apela a las connotaciones del campo semántico y a los efectos sugestivos de la sonoridad y del ritmo.
Las cuestiones básicas que, abarca tradicionalmente a la poesía son: los aspectos prosódicos de la versificación, la unidad métrica, la composición de estrofas, el ritmo y la rima.
En determinadas oportunidades, la introducción de profundas modificaciones prosódicas o la incorporación de nuevos esquemas métricos y estróficos han tenido considerable influjo en la naturaleza y evolución de la poesía.
La capacidad de cambios técnicos, en la poesía moderna, ha sido casi ilimitada. El mejor ejemplo lo tenemos con los grupos de vanguardias, que fueron las formulas expresivas más rebeldes de experimentación dentro del tópico de la novedad.
El principio del cambio lo iniciaron los románticos, luego los simbolistas y más tarde las vanguardias (cubismo, expresionismo, dadaísmo, creacionismo, surrealismo, etc).
La poesía durante el periodo de las vanguardias se convirtió en discordia, desdeñó los valores tradicionales, socavó el lenguaje e inventó laberintos verbales. El descrédito del futuro tuvo distintas manifestaciones, la poesía nueva ha hecho suyos muchos de sus procedimientos. Así se abrieron las puertas al arte contemporáneo.
Las críticas condiciones sociales del hombre de hoy hicieron, que las creaciones poéticas adopten modos nuevos y este nuevo mundo expresivo en ebullición constante es la manifestación poética del hombre actual.

La poesía es una forma de arte que busca provocar una resonancia en el espíritu o sensibilidad de quien la recibe. Tiene dos dimensiones: una semántica, y otra estética.
La semántica está ligada a la significación que porta el sistema lingüístico; La estética
implica una operación intencional, donde las nociones de placer y satisfacción no pueden faltar. Algunos de esos recursos verbales son: la resonancia de timbre, la evocación seductora y la acentuación melódica del ritmo. La organización interna del lenguaje poético establece una relación de tensión entre sonido y significado, construcción gramatical y vocabulario, frases y construcciones más elevadas. Todo esto hace que los elementos lingüísticos del discurso lírico propio estén estrechamente relacionados en el más alto grado de operatividad connotativa.
Sólo la poesía puede decir sus sueños
sólo con el hechizo de las palabras puede
salvar la imaginación de la oscura cadena
y el mudo encantamiento. Keats

El ojo del poeta, por hermoso delirio arrebatado
va del cielo a la tierra, de la tierra al cielo;
le presenta las formas de cosas desconocidas,
la pluma del poeta les de contorno y a lo etéreo
y vacío lo dota de habitáculo y de nombre. Shakespeare - Sueños de una noche de verano.

La poesía es un cuerpo rítmico con sentido. El metro es lo exterior; el ritmo, lo interior.
En la estructura poemática hay distribución verbal en secuencias gráficas y fónicas con valor poético. La poesía agota lo conceptual y "dice más".
De todos los recursos poéticos las figuras retóricas más importantes son la metáfora y la imagen.
Metaforizar no es fácil de aprender, porque establecer relación de semejanza, tal vez oculta, entre dos elementos depende de la capacidad perceptiva del poeta. La metáfora surge de la propia palabra. La palabra del poeta es plural.
La imagen alude al estado interior, no explica, recrea. La posibilidad de expresar una confusa reunión de sensaciones e impresiones que muestran el ánimo interno del poeta, se lo permite la imagen.

Que ya no iría a verte
resolví y juré,
y voy todas las noches;
porque perdí mi fuerza y mi firmeza.
Quisiera no vivir,
quisiera perecer en este instante;
pero también vivir,
contigo, para ti, y no morir.
Oh, habla, dí sólo una palabra,
una única palabra clara!
Dame la vida o la muerte,
pero descúbreme tu sentimiento.
El desesperado (Daumer)

La poesía lírica es la forma expresiva de la emoción personal del poeta; El artista expresa la impresión que los objetos y episodios de la vida ordinaria dejan dentro de su espiritualidad.
Baudelaire, decía que en ciertos estados del alma la significación profunda de la vida se revela en el espectáculo por vulgar que sea que tenemos a la vista.

Wordsworth, "toda nuestra poesía es el desbordamiento espontáneo de poderosos sentimientos".

No; no quisiera volver jamás a la tierra;
me duele toda la carne, y donde ha habido un beso se
me pudre el aire.
(…)
Mis días bajaban por la sombra de mi cara
y me cubrían el vientre, la piel pura, rumorosa
(…)
Un sucio resplandor me quema las flores del cielo,
las grandes llanuras majestuosas.
Quisiera cantar esta larga tristeza desterrada
pero, ay, siento llegar e mar hasta mi boca.
(Odas a orillas de un viejo río
Oda a una larga tristeza- Ricardo Molinari)

El corazón, los ojos
de los hombres
se llenaron de letras,
de mensajes,
de palabras,
y el viento pasajero
o permanente
levantó libros
locos
o sagrados.
Oda a la tipografía", Nuevas odas elementales (Neruda)